sábado, 8 de junio de 2013

El Internado-Escuela 'Durruti' 1937-1939

La formación ideológica libertaria ve el campo abierto hacia un nuevo tiempo e inicia experiencias únicas que, vistas con la perspectiva actual, demuestra el alto grado de innovación educativa. Uno de los interesantes proyectos que se desarrollaron, consiguiendo muy buenos re­sultados, fue el Internado Escuela “Durruti” de Valencia, dependiente de la CNT, que tenía similares características al Instituto para Obreros.


Un proyecto de la Asociación Instituto Obrero. Libro escrito por Cristina Escrivá.

Durante el conflicto bélico se inician en la España republicana cambios revo­lucionarios en el campo educativo, dentro y fuera del Estado. Si la reivindicación social era que no hubiera clases económicas, tampoco se entendían las diferencias culturales. Un periodo al mismo tiempo de procesos políticos y luchas por el poder. La formación ideológica libertaria ve el campo abierto hacia un nuevo tiempo e inicia experiencias únicas que, vistas con la perspectiva actual, demuestra el alto grado de innovación educativa. Uno de los interesantes proyectos que se desarrollaron, consiguiendo muy buenos re­sultados, fue el Internado Escuela “Durruti” de Valencia, dependiente de la CNT, que tenía similares características al Instituto para Obreros. En él, jóvenes de ambos sexos, accedieron a unos cursos preparatorios, con la finalidad de obtener la capacitación sufi­ciente para aprobar el ingreso en el Instituto. La Escuela-Militar-Confederal-Valencia­CNT-AIT-Internado, como estampaba el sello de caucho en los documentos, en cuya cabecera impresa se leía INTERNADO ESCUELA “DURRUTI”, era también un centro de cultura general para el paso a Escuelas Militares y de formación. Un organismo al servicio de la juventud que simpatizara con los ideales libertarios.

En Valencia, la Sección Defensa del Comité Nacional de la CNT, Subsección Escuelas, junto al Comité Regional de Levante, Sección Defensa y la colaboración del Sindicato Único de la Enseñanza C.N.T.- A.I.T, elaboraron una circular dirigida a todo los sindi­catos y agrupaciones libertarias para indicar la creación de los cursos de acceso para el Instituto Obrero, al tiempo de concienciar de la importancia de la cultura para robuste­cer a la Confederación. La guerra condicionaba y era necesario educar y comprometer a los militantes, que accederían a una educación “elitista”, para llegar a controlar los intereses económicos, creando una corriente confederal. El objetivo final era introducir agentes dentro de las estructuras del Estado para lograr la transformación a través de la cultura, consiguiendo un cambio social. Ese proyecto de futuro, como hemos dicho anteriormente, llevaba un nombre: el Instituto para Obreros. Pero el Internado “Durruti” no se creó tan solo con esa finalidad, era un centro que daba lugar a que se conocieran y convivieran los mejores militantes, personas capaci­tadas para llevar a cabo el ideario anarcosindicalista. Del Congreso Regional de Sindicatos de Levante celebrado en el mes de julio del año 1937, en Alicante, surge una ponencia donde participa el Sindicato de la Piel de Valencia, –que avalaría a varios afiliados para el “Durruti”–, que sugiere la creación de una escuela de Militantes. El Internado Escuela “Durruti”, con el transcurso de los meses va adquiriendo este cariz. El Sindicato de la Construcción, con Antonio Diana como uno de sus responsables; El Sindicato de la Metalurgia con Amadeo Cerá, y el Sindicato de Industrias de la Piel y el Calzado, participaron plenamente en el proyecto. Con su secretario Sigfrido Catalá Tineo, que llegó a ser Gobernador Civil de Cuenca  estuvieron implicados en su creación.

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