martes, 2 de abril de 2013

Pozos de Caudé

Por desgracia este es uno de los lugares de visita obligada para cualquiera que tenga aunque sea, un poco de humanidad.


El primer lugar que visité relacionado con la G.C.E fue este. Estando en la escuela de capataces forestales donde yo "estudiaba" alguien nos lo comento. No nos lo creíamos. Como no estaba lejos allí nos acercamos.


 He puesto las fotos viejas de los pozos porque no estoy de acuerdo con el monumento que han puesto.
 
 
 
El primer motivo es que todo el dinero que costó bien se había podido emplear para arreglar otros lugares de guerra. Entre otras cosas.
 


El segundo motivo y que alguien me corrija si me equivoco, quitando los familiares, cuando se inauguró seguro que estaban los de la foto; politicuchos, sindicalistas....ese tipo de personas que nos hacen creer que hacen por la memoria histórica y el tiempo acaba demostrando lo contrario. Solo hay que hacerse una pregunta. De todo lo que dicen, que luego no se hace ¿Cuantos dimiten?






 
 
 Los 1005 de Los Pozos de Caudé Teruel
La Vanguardia Digital (20/10/2002
Creo recordar que alguien preguntó hace ya varios meses como se había llegado a tal precisión (1005 exactamente) en la cifra de personas enterradas en Los Pozos de Caudé.  
Reconozco que la primera vez que me acerqué al monumento a mi también me sorprendió este detalle y, como soy de natural escéptico, pensé que se había partido de algún dato genérico y se había tratado de rebasar la cifra redonda de 1000. Hoy, después de varios años de búsqueda (ocasional y sólo en Internet) de datos sobre este asunto, he encontrado en La Vanguardia digital del 20 de octubre de 2002 el texto que adjunto más abajo y que revela el origen de este dato.
 
Aparte de hablar sobre unos hechos sobre los que yo sólo había leido menciones genéricas, me llama la atención también lo revelado por un testigo sobre las exhumaciones de 1958 de algunos huesos para ser llevados al Valle de los Caidos.  ¿Alguien sabe algo sobre exhumaciones de este tipo en aquella época?
 
Me agrada especialmente que en el artículo se destaque la valentía y la labor realizada por los hermanos Volney (no Volnei) y Jaurés Sánchez que promovieron y llevaron a cabo la ejecución del monumento en los ya lejanos años 1979-1980, con el facherío todavía campando por sus respetos en muchos lugares de la "España profunda".
 
Si a alguien le interesa puedo escanear y enviar una modesta y entrañable "memoria de ejecución" del monumento de Caudé escrita de puño y letra supuestamente por uno de los hermanos Sánchez.
 
Desde aquí mi aplauso, ciertamente con retraso, a La Vanguardia y a Eduardo Martín de Pozuelo. 
 
Saludos, Alfonso V. 
 

Una historia en espera de final
Una iniciativa cívica para localizar, rescatar y honrar la memoria de miles de personas asesinadas durante y después de la Guerra Civil saca a la luz uno de los episodios más crueles y ocultos de la reciente historia de España
LA VANGUARDIA - 04.01 horas - 20/10/2002
Texto Eduardo Martín de Pozuelo
Julio, agosto, septiembre de 1936... El silencio de la noche se rompía con el sonido lejano de los camiones que paraban cerca de una vieja venta ruinosa situada frente a Concud, un pueblecito semioculto en una hondonada a pocos kilómetros de Teruel. Luego, unas voces, unos gritos y una salva de disparos cuyo eco enlazaba con el brusco sonido de unas detonaciones aisladas. Dos, tres, cuatro y hasta diez en alguna ocasión. De nuevo el silencio y al rato la brisa nocturna acercaba hasta Concud el rumor de los camiones que se alejaban.

Aquella escena sonora se repitió noches tras noche durante varios meses, desde julio de 1936 hasta diciembre de 1937. No muy lejos de la venta, un labrador de Concud apuntaba en un cuaderno los tiros que oía con la certeza de que cada palote que trazaba en su libreta representaba una muerte. "Apunté alguno más de mil", dijo el hombre, 35 años después, a Volnei y Jaurés Sánchez, dos viejos socialistas turolenses cuya madre y hermana hicieron el último viaje de su vida en uno de aquellos camiones. Allí las mataron, allí les dieron el tiro de gracia -un trazo en la libreta del labrador- y allí arrojaron sus cuerpos al pozo de la venta. Ellas, María Pérez Macías y su hija Pilar, son dos de las 1.005 personas fusiladas y rematadas cuyos restos reposan en los llamados pozos de Caudé.

La vieja venta, hoy inexistente, se levantaba junto a un pozo de 84 metros de profundidad y algo más de dos de diámetro que se encuentra en el kilómetro 126 de la N-234 de Sagunto a Burgos; es decir, al lado de Teruel, camino de Zaragoza. El pozo, uno solo y que se ubica en las proximidades de Concud, es paradójicamente denominado con el nombre de Caudé, otro pueblo vecino pero más alejado que el primero.

Los dramáticos sucesos acaecidos en aquel lugar han permanecido ocultos pero no olvidados durante sesenta años. Ahora, parientes de las víctimas, con la colaboración de los herederos ideológicos de aquellos fusilados, se han empeñado en recuperar su memoria, sumándose, quizá sin saberlo, a una imparable corriente que intenta contar de nuevo la reciente historia de España tal como fue y por dolorosa que ésta sea. Un camino iniciado hace dos años cuando Emilio Silva, nieto de un simpatizante de Izquierda Republicana que era propietario en Villafranca del Bierzo de una tienda de coloniales a la que puso de nombre La Favorita, decidió buscar los restos de su abuelo al que mataron de un tiro en la nuca, la madrugada del 16 de octubre de 1936 en un paraje cercano a Priaranza (León).

"Ni la tierra los quiere"




 
Esta en la carretera Zaragoza -Teruel-KM 126,400 pero como ya hay autovía no tiene acceso directo y lo mejor es ir al polígono de Teruel y siguiendo tu instinto por caminos pegado a la carretera  pronto darás con los pozos dirección Zaragoza.

 

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